Por tanto podemos definir la empleabilidad como la capacidad de adaptar nuestras circunstancias profesionales y personales, capacidades, competencias y conocimientos a las necesidades del mercado laboral en cada momento para no quedarnos descolgados. Es importante porque el mercado laboral requiere cada vez más que nos adaptemos con mayor rapidez. Esto es incompatible con el inmovilismo en el que aun vivimos, que deja patente que ya no es la mejor forma de acometer la búsqueda de empleo.
Lógicamente la empleabilidad también tiene que ver con nuestro potencial y con resultar atrayentes para los empleadores a los que nos dirigimos. Es vital que cada uno de nosotros no descuidemos nuestra capacidad de seducir a las empresas que pueden requerir a profesionales de nuestro perfil. La empleabilidad es algo global y no podemos responsabilizar de la misma al sistema educativo o a las empresas. Cada persona tenemos que asumir nuestro papel protagonista en conseguir ser atractivos para el mercado laboral.
Hace 20 años tener un grado universitario, un grado de formación profesional, un master universitario o un postgrado marcaban la diferencia. En el siglo XXI tener estudios universitarios no garantizan acceder a un trabajo. Tienes que asumir que ya no te van a contratar por tus estudios. Van a querer contar contigo por lo que seas capaz de hacer con los conocimientos, competencias y habilidades adquiridas con esa formación.
La empleabilidad se debe trabajar ya a lo largo de toda nuestra trayectoria profesional, con independencia de que tengas o no experiencia, de cuales sean tus estudios y de la formación que acredites.
El ser empleable es estar abierto al mundo. Debemos observar nuestro entorno y estar al día de las tendencias, necesidades, requerimientos y competencias que se precisan en nuestra profesión, sector o actividad profesional. Esto supone buscar, investigar y procesar la información. Para atraer a las empresas tenemos que pasar a la acción. Esto supone estar en constante movimiento haciendo cosas que nos acerquen a nuestro objetivo profesional.
Cuidado con pronunciar las frases del tipo “busco trabajo de lo mío” “Busco trabajo cualificado” y otras expresiones lapidarias. ¿Exactamente qué es lo tuyo? Esto es lo que uno debe definir e investigar. Si has estudiado dirección y administración de empresas, turismo, derecho, geología, biología, etc. ¿Cuáles son tus salidas profesionales? Muchos estudios permiten múltiples opciones profesionales, dependerá de nuestras inquietudes, motivaciones, expectativas y aspiraciones. Lo que está claro es que si no pruebas no sabrás lo que te gusta y lo que no. Cuando uno no tiene experiencia debe adquirirla. Luego cuando ya tienes algo de experiencia, la clave es saber especializarnos en un puesto de trabajo, sector o actividad.
Así que la empleabilidad, está compuesta de:
- Nuestros hábitos de búsqueda. Esto es, las horas que inviertes para encontrar una oportunidad y las acciones que realizas para acercarte al empleo que deseas. A veces estamos dando vueltas y no avanzamos. Se trata de utilizar tiempo de calidad y de forma constante en el tiempo.
- La formación (académica y complementaria). Los títulos ayudan, pero no lo son todo. A parte de acreditar tus conocimientos, también debes saberlo poner en práctica. De nada sirve tener un curso de Excel de 300 horas si no sabes utilizarlo. Cada vez va a primar más el formarnos a lo largo de toda nuestra vida. Aunque entendiendo la formación con un punto de vista más informal, es decir, se pueden adquirir los conocimientos a través de muchas fuentes. Es tu responsabilidad averiguar qué necesidades formativas se precisan en los puestos que quieres adquirir. Hoy en día, es necesario que todos tengamos conocimientos virtuales, así que fomentar tus competencias digitales es una garantía.
- La experiencia profesional es importante, aunque todos en algún momento no la hemos tenido. Debemos buscar formar de poner en práctica nuestros conocimientos. Se trata de buscar oportunidades. A veces va muy bien trabajar en trabajos sin cualificación para adquirir ciertas competencias transversales (iniciativa, trabajo en equipo, resolución de problemas, etc.) que te las da el comenzar a trabajar. A veces el tener mucha experiencia también se ve como un inconveniente. Debemos saber encontrar ventajas a las carencias de nuestro perfil profesional. Es importante el tener identificados los empleos relacionados en los que puede encajar un profesional de tus características.
- Las competencias técnicas e idiomáticas cada vez adquieren más valor en un mundo global. Es necesario tener identificadas que competencias de esta índole se piden ya en los empleos a los que quieres optar. Saber idiomas ya no es un plus sino una necesidad. Por lo tanto, si no cumples con esos requerimientos debes ponerte a adquirir el nivel adecuado de idiomas para no quedarte descolgado del mercado laboral. También es un extra el saber manejar las herramientas, aplicaciones, equipos e instrumentos que tendrás que usar en tu trabajo.
- La actitud es algo interno que debemos trabajar. Se trata de las ganas que tienes de trabajar, de encontrar una oportunidad, del valor que puedes aportar a una organización y del potencial que tienes. Esto lo transmiten tus palabras y tus acciones. Se trata de mostrar el interés que tienes por una empresa y/o empleo. Esto no tiene nada que ver con tener o no experiencia. Va de la forma de encarar las circunstancias que te van a tocar vivir en el mercado laboral.
- Tu adecuación a las necesidades de sector profesional, es decir, tener curiosidad por no olvidarte de qué se va pidiendo nuevo a las personas que ocupan los puestos de trabajo que quieres desempeñar. Si tienes trabajo no puedes tirarte a la bartola, es decir, debes seguir actualizándose para mantenerte atractivo. Si tu empresa te da la patada, igual ponerte al día, cuesta más de lo que te puedes imaginar.
- El objetivo profesional explica qué buscas en el mercado laboral. Tener claro en que empresas quieres trabajar y en cuáles no. Qué estrategia desarrollarás para conseguir una oportunidad. Qué planes alternativos seguirás en caso de que no alcances tu objetivo profesional prioritario. Esto tiene mucho que ver con tu ámbito de búsqueda, es decir, en qué localidad y/o país buscas trabajo. No es lo mismo buscar trabajo solo en tu ciudad, que estar abierto a oportunidades en áreas geográficas limítrofes. Si buscas solo empleo en tu localidad, las opciones se reducen más. Esto hace que debas afinar mucho más de qué forma optas a las oportunidades laborales.
- Luego tenemos que investigar cuáles son nuestras expectativas profesionales y salariales a la hora de buscar empleo. Tienes que analizar y estudiar las bandas salariales actuales que pagan en vuestra área geográfica de búsqueda para un profesional con vuestras circunstancias, competencias, experiencia y formación. Cada uno de vosotros debe marcas sus mínimos, es decir, el salario mínimo que necesita para vivir en función de su situación personal, familiar y profesional.
La empleabilidad requiere que comencemos a vernos como solucionadores de problemas y/o como facilitadores de opciones a los grupos de interés (empleadores) a los que nos dirigimos. Tenemos que saber llegar a las personas que deciden en los procesos de selección. Debemos potenciar nuestras relaciones cada vez más. Es importante que sepan de nuestra existencia. Puedes ser muy bueno y estar muy preparado; sin embargo, si no tienen constancia de ti, no tendrás ninguna opción.
La empleabilidad es un compendio de habilidades, actitudes, oportunidades y talento. Una forma corta de definir la empleabilidad es conseguir mostrar y potenciar nuestro talento para conseguir oportunidades.
Y para ti, ¿Qué es empleabilidad?
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