Todo directivo debe desarrollar habilidades blandas para liderar con eficacia a sus equipos de trabajo y las organizaciones. Estas son las 10 habilidades que debe tener un gerente.

A diferencia de las habilidades duras de un gerente, que se identifican con el conocimiento académico, las habilidades blandas de un gerente están relacionadas con las capacidades personales y de interrelación con los demás, las cuales son usadas para alcanzar los objetivos trazados por las organizaciones.

Estas habilidades duras y blandas de gerente general son herramientas necesarias para ejercer una gestión efectiva, dado que los resultados de la empresa dependerán en buena cuenta de cómo es su capacidad de relacionarse y comunicarse con los equipos internos y otros stakeholders.

Guiar, inspirar, comunicar y otras destrezas ligadas al campo humano harán que un gerente marque la diferencia no solo en su empresa, sino también en la sociedad en la que se desarrolla. Lo técnico muchas veces es el medio para corroborar la habilidad blanda, como ocurre con los compromisos comerciales, por ejemplo.

¿Cuáles son las habilidades blandas de un buen gerente?

A continuación, presentamos las competencias o habilidades blandas de un gerente más demandadas en el mercado laboral:

1. Liderazgo

No todos los que dirigen influyen positivamente en los demás. Las empresas son creadas e integradas por personas y están hechas para resolver los problemas de las personas. El líder es aquel que persuade, favorece el consenso y trabaja en equipo.

Estos conceptos refuerzan una de las tres dimensiones que debe tener siempre presente un gerente en su actuar: la unidad. Este criterio se refiere al uso de las capacidades estratégicas y ejecutivas para satisfacer tanto mis necesidades profesionales como la de mis colaboradores, lo que conlleva a la identificación conjunta, que es la base de la continuidad de la empresa en el tiempo.

2. Empatía

Lleva al gerente a colocarse en la posición de la otra persona. Un directivo empático, que hace uso del respeto y la consideración, sabe mandar; es decir, pide adecuadamente las cosas. Además, fomenta una buena relación a largo plazo con sus equipos.

3. Gestión de conflictos

Una organización reúne a múltiples generaciones, diversas tecnologías y hasta diferentes culturas, todo en el marco de un mercado que cambia constantemente. Esto genera una gran variedad de prioridades, estilos de trabajo y preferencias de comunicación, lo que puede conllevar a desacuerdos entre los miembros de un equipo.

Frente a esta situación, un gerente debe ser asertivo y estar abierto a escuchar a todas las partes para entregar su feedback o retroalimentación de manera amable. Esto resulta clave para la resolución de conflictos laborales, así como para la toma de decisiones.

4. Manejo de crisis

Un gerente debe ser capaz de gestionar las crisis organizacionales cuidando los intereses de la empresa y de los empleados, aplicando toda su creatividad para detectar otras alternativas que protejan el empleo de sus colaboradores, construyendo lealtad en ellos.

5. Comunicación

La comunicación escrita y verbal ha sido siempre una parte importante del trabajo. Hoy, con la creciente adopción del teletrabajo, los gerentes deben tener la capacidad de dar a conocer sus ideas e inquietudes de manera que sean entendidas por todos. Sus colaboradores, asimismo, deben sentir que cuentan con un superior que atiende sus necesidades en todo momento.

6. Generación de confianza

El buen gerente fomenta la confianza diariamente pues sabe que es la base del desempeño individual y colectivo. Además del cultivo de las buenas relaciones, la confianza se expresa en la delegación de tareas: es una muestra de que creemos en nuestros colaboradores. El directivo que logra obtener la confianza de su equipo y de sus clientes ganará, a largo plazo, lealtad, lo que incrementará la productividad del equipo.

7. Fortalecimiento de la cultura de la empresa

Esta habilidad blanda es la que los gerentes deben considerar como una competencia de primera línea. Consiste en la capacidad de contribuir con la construcción de la cultura organizacional a fin de alcanzar el éxito del negocio.

8. Inteligencia emocional

Es importante que el gerente sepa mantener una fortaleza mental para dirigir proyectos a gran escala y bajo presión. Asimismo, debe contar con habilidades emocionales: saber interpretar las emociones y sentimientos de sus trabajadores para apoyarlos y conducirlos al éxito de sus proyectos.

9. Creatividad

Esta habilidad blanda es necesaria para el desarrollo de iniciativas o proyectos que rompan el esquema o modelo establecido de la empresa, ya que la competitividad del mercado así lo exige.

10. Resiliencia

Ante un mercado dinámico que cambia constantemente, la transformación profesional se vuelve necesaria. Un gerente debe ser flexible y capaz de reinventarse para responder a los nuevos escenarios. Esta es una facultad mucho más necesaria en situaciones de crisis como la que vivimos hoy en día con el coronavirus.

Cuando el entorno aprieta, la primera tentación es tirar por la borda todas las declaraciones de buenos principios y, para reducir costos, acudir al fácil recurso del despido. Son excelentes las empresas que superan los problemas del entorno protegiendo a su gente hasta el máximo posible.


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